Pizza de calabaza, coles de Bruselas y arándanos | Receta otoñal que sorprende

Pizza de calabaza, coles de Bruselas y arándanos: explosión de otoño en cada mordisco

¿Sabes ese momento cuando pruebas algo que no esperabas y simplemente… te vuela la cabeza? Pues así fue la primera vez que probé esta pizza de calabaza, coles de Bruselas y arándanos. Y sí, lo sé… suena raro. Pero escucha: lo dulce de la calabaza asada, lo crujiente-amargo de las coles de Bruselas y la acidez dulce de los arándanos, todo sobre una base de pizza crujiente con queso derretido… eso, mi gente, es magia pura. Otoño en forma de pizza.

Esta receta es para ti si estás hart@ de lo mismo, si amas experimentar sabores nuevos, o si solo quieres encender el horno y regalarte un festín con ingredientes de temporada que SÍ combinan y te hacen feliz.


Ingredientes honestos y con alma

Ingrediente Cantidad
Base de pizza casera o comprada 1 unidad
Calabaza (tipo butternut o moscada) 250 g
Coles de Bruselas 150 g
Arándanos frescos o deshidratados 50 g
Queso mozzarella rallado 150 g
Queso de cabra o azul (opcional) 50 g en trocitos
Aceite de oliva virgen extra 2 cucharadas
Sal y pimienta al gusto
Tomillo u orégano 1 cucharadita (opcional)

‍ Paso a paso hecho con cariño y fuego lento

1. Asa lo bueno

Precalienta el horno a 200ºC. Corta la calabaza en cubitos y las coles por la mitad. Échales aceite de oliva, sal, pimienta y tomillo si quieres. Mézclalo todo y al horno por 20-25 minutos. El aroma… te va a abrazar desde la cocina.

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2. Prepara tu base

Si amas hacer masa casera, adelante (¡team masa casera!). Si vas con base comprada, no pasa nada. Solo asegúrate de que esté lista para recibir amor. Ponla sobre papel vegetal, un chorrito de aceite y un poco de mozzarella. Solo para empezar el romance.

3. Arma tu pizza con intuición

Ponle la calabaza asada, las coles que ya estarán doradas y los arándanos como si fueran joyitas. Añade más queso, y si te gusta el toque fuerte: pedacitos de queso azul o cabra. BOOM.

4. Horno, calor y magia

Sube el horno a 220ºC. Hornea tu obra de arte unos 12-15 minutos. Hasta que el queso burbujee, los bordes estén dorados y tú no puedas resistir el olor.

5. Dale ese toque final (ese que hace la diferencia)

Cuando la saques, espera 5 minutos (aunque cueste). Puedes coronarla con aceite de oliva extra, un poco de rúcula fresca o unas gotas de balsámico. Y entonces… la felicidad.


Trucos para que te quede nivel Dios

  • Calabaza madura = sabor dulce brutal.
  • No sobrecargues la base: menos es más.
  • Queso azul si te va lo intenso, o feta si quieres suavidad con personalidad.
  • Usa arándanos deshidratados si no hay frescos, pero remójalos antes.
  • Masa integral o de espelta para una textura más rústica.

Variantes que también son una locura

  • Agrégale nueces tostadas para un toque crujiente y rico.
  • Sustituye arándanos por higos en temporada (yes please).
  • Una cucharadita de miel al final si te flipa el dulce-salado.
  • ¿Vegana? Quesos vegetales, y sigue la misma receta.

❓Preguntas reales de cociner@s reales

¿Se puede hacer sin queso?
¡Claro! Puedes usar hummus como base o una crema vegetal tipo anacardos. No necesitas queso para tener sabor.

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¿Congelar antes o después?
Mejor antes de hornear. Montas la pizza, la congelas y cuando quieras fiesta… ¡directo al horno!

¿Sabe raro lo dulce con lo salado?
No. Sabe a cocina del alma. Créeme.


Final sabroso: cocinamos con alma, no solo con recetas

Esta pizza nació en una noche de frío, con pocas ganas de cocinar pero muchas ganas de comer bien. La tenía en mi cabeza hace tiempo, pero no me atrevía. Y cuando la probé… supe que la iba a compartir.

No es solo una pizza. Es una declaración: los sabores locos también tienen lugar en la mesa. Y a veces, solo hay que confiar en tu intuición, abrir el horno, y dejar que la casa huela a gloria.

Hazla. Siéntela. Disfrútala. Y luego, cuéntame qué sentiste al darle el primer mordisco.

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