¿Buscas una receta sorprendente, original y absolutamente deliciosa? El Hocus Pocus Buried Chicken, también conocido como pollo enterrado en sal con Jerez, es una preparación que mezcla tradición, espectáculo y sabor. Este plato, ideal para ocasiones especiales como Halloween, cumpleaños o cenas diferentes, consiste en cocinar el pollo envuelto completamente en sal gruesa, lo que crea una cocción uniforme, sabrosa y visualmente impactante.
Hoy te traigo la receta completa paso a paso para preparar este pollo al horno en sal con un toque andaluz gracias al Jerez. Una técnica sencilla, pero con un resultado gourmet que impresionará a todos en la mesa.
¿Qué es el “Buried Chicken”?
El Buried Chicken o “pollo enterrado” es una receta que se basa en una antigua técnica de cocción: cocinar alimentos totalmente cubiertos de sal. Esta técnica, que se ha usado tradicionalmente con pescados como la dorada o la lubina, crea una especie de “horno natural” alrededor del ingrediente, manteniendo la humedad y potenciando el sabor.
En esta versión especial, además de la sal, utilizamos Jerez seco, un vino típico de Andalucía, que aporta aromas profundos y notas ligeramente dulces, perfectas para realzar la carne del pollo. ¿El resultado? Una carne tierna, jugosa y llena de matices.
Ingredientes para 4 personas
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1 pollo entero limpio (1,2 a 1,5 kg)
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1 limón
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4 kg de sal gruesa para hornear
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¾ taza (150 ml) de Jerez seco (fino o amontillado)
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Pimienta negra recién molida
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Aceite de oliva virgen extra
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Hilo de cocina
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Papel vegetal para hornear
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Preparación paso a paso
1. Preparar el pollo
Lava y seca bien el pollo por dentro y por fuera. Retira cualquier exceso de grasa o vísceras que pueda quedar. Salpimienta generosamente por dentro y por fuera, aunque no es necesario añadir mucha sal al exterior ya que la cocción en sal aportará sabor suficiente.
Introduce el limón entero dentro del pollo para aromatizarlo durante la cocción. También puedes añadir una ramita de romero o tomillo para un extra de sabor. Ata las patas con hilo de cocina para que mantenga la forma y no se abra durante el horneado.
2. Crear el lecho de sal
En una bandeja de horno amplia, coloca una base de papel vegetal. Cubre con aproximadamente 1,5 kg de sal gruesa, formando un lecho uniforme de 1 a 2 centímetros de grosor. Esta capa será la que reciba directamente el calor y proteja la parte inferior del pollo.
3. Colocar el pollo y añadir el Jerez
Coloca el pollo sobre el lecho de sal, con el pecho hacia arriba. Usando una cuchara o una pequeña jarra, vierte el Jerez seco por dentro del pollo (por la cavidad del limón) para que se distribuya internamente durante la cocción. El resto del Jerez se puede rociar ligeramente sobre el pollo antes de cubrirlo.
Este paso es esencial para lograr una carne jugosa y con aroma característico.
4. Enterrar el pollo con sal
Usa el resto de la sal gruesa para cubrir completamente el pollo. Es importante presionar ligeramente con las manos para compactar la sal y formar una especie de “costra” que selle el pollo. La única parte que puede quedar semi visible es la punta de las alas o la cola, pero lo ideal es cubrir todo el cuerpo.
5. Hornear
Introduce la bandeja en el horno precalentado a 200 °C con calor arriba y abajo. Cocina durante 1 hora y 30 minutos si el pollo pesa entre 1,2 y 1,4 kg. Si es más grande, añade 10–15 minutos más.
Durante este tiempo, la sal se endurecerá formando una costra rígida que actuará como un horno natural. Esto mantiene la humedad y cocina el pollo de manera uniforme, sin resecarlo.
6. Romper la costra de sal
Al terminar el tiempo de cocción, saca la bandeja del horno y deja reposar 10 minutos. Luego, con la ayuda de un cuchillo de sierra o una cuchara fuerte, comienza a romper la capa de sal con cuidado.
Retira toda la sal que rodea al pollo. Verás cómo sale algo de vapor y la piel ha quedado firme y ligeramente dorada. Si lo deseas, puedes retirar la piel antes de servir, ya que no estará crujiente.
7. Servir y disfrutar
Coloca el pollo en una tabla y trocea en porciones. La carne debe estar tierna, jugosa y muy aromática gracias al vino y al limón. Puedes acompañarlo de una guarnición que contraste en textura o sabor.
Guarniciones recomendadas
Un plato así de especial merece acompañamientos que estén a la altura. Aquí te dejo algunas ideas:
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Verduras asadas al horno: calabaza, pimiento rojo, zanahoria baby.
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Puré de patata o de boniato con un toque de nuez moscada.
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Ensalada de hojas verdes con vinagreta de cítricos.
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Cuscús especiado o arroz basmati aromatizado con cardamomo.
Y para beber, un vino blanco seco (Albariño, Verdejo) o una copa del mismo Jerez que usaste en la receta.
Trucos y variantes
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Puedes aromatizar la sal antes de usarla: mezcla con hierbas secas, ralladura de limón o pimienta negra.
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¿Sin Jerez? Sustitúyelo por vino blanco seco o caldo de ave reducido.
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Si no tienes horno convencional, puedes usar horno eléctrico o incluso barbacoa cerrada.
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Para una versión más rápida, usa un pollo de menor tamaño y hornea durante 1 hora.
❓ Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Se puede hacer esta receta con pollo troceado?
No se recomienda. El efecto de cocción en sal funciona mejor con la pieza entera para mantener jugos y forma.
¿Se puede reutilizar la sal?
No. Una vez cocida y mezclada con los jugos del pollo, debe desecharse por higiene.
¿Queda muy salado el pollo?
No. La sal no penetra la carne, solo la sella. El resultado es sabroso, pero no excesivamente salado.
¿Puedo preparar esta receta con antelación?
Sí, pero lo ideal es servirla justo al salir del horno para disfrutar del contraste de temperatura y aroma.
Ideal para Halloween o cenas originales
Este plato tiene una presentación espectacular: al romper la costra de sal, el vapor y el aroma hacen pensar en un hechizo culinario. Por eso, muchos lo llaman Hocus Pocus Chicken, perfecto para una cena temática de Halloween, con velas, luces tenues y una mesa ambientada en misterio.
También es ideal para sorprender en cumpleaños o eventos con invitados amantes de la cocina diferente y con un toque teatral.
El Hocus Pocus Buried Chicken no solo es una receta sabrosa y fácil de hacer, sino también una experiencia visual y sensorial única. Cocinar con sal y Jerez transforma un simple pollo en un plato gourmet que parece sacado de un restaurante de autor.
Si quieres impresionar, innovar y disfrutar de una técnica tradicional con un toque mágico, esta receta es para ti. Ponte el delantal, precalienta el horno y prepárate para servir el pollo más sorprendente del año.
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