Salsa Romesco: Receta Tradicional Catalana con Sabor Mediterráneo
La salsa romesco es una de esas joyas gastronómicas que elevan cualquier plato a otro nivel. Con raíces profundamente arraigadas en la cocina catalana, esta salsa se caracteriza por su sabor intenso, ahumado, ligeramente dulce y con el toque justo de acidez. Es el acompañamiento perfecto para los famosos calçots, pero también se utiliza para pescados, mariscos, carnes a la brasa, verduras asadas y hasta como dip para pan tostado.
En este artículo descubrirás cómo hacer salsa romesco en casa con ingredientes sencillos, técnicas tradicionales y algunos consejos para conservarla y aprovecharla al máximo. Si eres amante de las salsas caseras, esta receta se convertirá en una de tus favoritas.
Ingredientes para la receta de salsa romesco
Para una salsa abundante (aprox. 400 ml):
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2 tomates maduros medianos
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1 cabeza de ajo entera
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2 ñoras secas (o pimientos choriceros)
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30 g de almendras tostadas
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30 g de avellanas tostadas
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1 rebanada de pan duro
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1 cucharadita de pimentón dulce
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1 cucharada de vinagre de vino tinto
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100 ml de aceite de oliva virgen extra
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Sal al gusto
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(Opcional) Guindilla o cayena para un toque picante
️ ¿Qué son las ñoras y por qué son clave?
Las ñoras son pimientos rojos secos de sabor dulce e intenso, muy utilizados en la cocina del Mediterráneo español. Aportan color, profundidad de sabor y un aroma característico al romesco. Si no las encuentras, puedes sustituirlas por pimientos choriceros o incluso por una cucharada de pulpa de pimiento seco.
Paso a paso: cómo hacer salsa romesco tradicional
1. Preparar las ñoras
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Hidrata las ñoras en agua caliente durante unos 20–30 minutos.
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Cuando estén blandas, ábrelas y raspa su pulpa con una cuchara.
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Desecha las semillas y la piel.
Consejo: Si usas pimientos choriceros, el proceso es idéntico.
2. Asar los tomates y los ajos
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Enciende el horno a 200 °C.
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Coloca los tomates enteros y la cabeza de ajo (sin pelar, cortada por la mitad) sobre papel de horno.
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Asa durante 30–40 minutos, hasta que estén tiernos y ligeramente tostados.
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Pela los tomates y exprime los ajos para sacar la pulpa.
3. Tostar el pan (y las almendras si no vienen tostadas)
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En una sartén sin aceite, tuesta la rebanada de pan hasta que esté crujiente.
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Si las almendras o avellanas no están tostadas, hazlo en la misma sartén sin grasa, removiendo constantemente para que no se quemen.
4. Triturar los ingredientes
En un procesador o batidora de vaso:
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Añade la pulpa de las ñoras, tomates asados, ajo asado, frutos secos, pan tostado, pimentón y una pizca de sal.
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Tritura ligeramente y luego añade el vinagre y el aceite poco a poco hasta obtener una salsa espesa pero cremosa.
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Ajusta de sal, vinagre o picante al gusto.
Conservación
Puedes guardar la salsa romesco en un tarro de cristal hermético en la nevera hasta 7 días. Si quieres conservarla más tiempo, puedes:
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Congelarla en porciones pequeñas (tipo cubiteras)
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Esterilizar el tarro y cerrarlo al vacío para tener salsa lista durante meses
️ Usos tradicionales de la salsa romesco
Aunque muchos conocen la salsa romesco por ser el acompañamiento estrella de los calçots (una variedad de cebolla tierna típica de Cataluña), lo cierto es que su versatilidad es inmensa.
✅ Aquí tienes algunos usos deliciosos:
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Calçots a la brasa (Romesco es indispensable)
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Verduras asadas o a la plancha
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Pescado blanco al horno o a la plancha
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Mariscos como gambas o pulpo
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Pollo o conejo a la parrilla
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Pan tostado o focaccia como dip o aperitivo
Origen de la salsa romesco
La salsa romesco tiene su origen en la provincia de Tarragona, en Cataluña. Se dice que fue creada por pescadores como acompañamiento para el pescado. Con el tiempo, se convirtió en un emblema de la cocina catalana, sobre todo durante la temporada de calçots (enero a marzo), donde las calçotadas reúnen a familias y amigos alrededor del fuego y la buena comida.
Beneficios nutricionales
Además de deliciosa, la salsa romesco es muy nutritiva:
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Rica en grasas saludables gracias al aceite de oliva y los frutos secos
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Buena fuente de vitamina E, antioxidantes y fibra
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Contiene licopeno de los tomates asados
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Apta para dietas vegetarianas y, si usas pan sin gluten, también para celíacos
Consejos adicionales y variaciones
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Si quieres una textura más rústica, usa mortero en vez de batidora.
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Añadir una guindilla o una pizca de cayena le da un toque picante excelente.
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Para una salsa más fluida, añade más aceite o un chorrito de caldo de verduras.
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Puedes añadir un poco de cebolla asada para una versión más dulce.
❓ Preguntas frecuentes
¿Puedo hacer la salsa sin ñoras?
Sí, aunque perderás parte del sabor tradicional. Puedes usar pimientos choriceros o pimentón dulce en su lugar.
¿Se puede hacer sin frutos secos?
No sería romesco auténtico, pero sí puedes hacer una versión similar usando solo pan tostado para dar cuerpo.
¿Cómo saber si la salsa ha quedado bien?
Debe tener textura cremosa, color rojo anaranjado y sabor equilibrado entre dulce, ácido y tostado.
Conclusión: una salsa con alma mediterránea
La salsa romesco es un tesoro de la gastronomía española. Su sabor complejo, lleno de matices y su facilidad de preparación la convierten en una salsa imprescindible en cualquier cocina. Perfecta para lucirte en celebraciones, calçotadas o simplemente para transformar un plato sencillo en algo extraordinario.
Si nunca la has probado, este es el momento. Y si ya la conoces… ¡hazla en casa y redescubre su magia!
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