Si hay un plato que nunca falla, que gusta a grandes y peques, que huele a domingo y a comida casera… esos son los muslos de pollo. Pero no cualquier muslo: hablamos de esos muslos dorados, jugosos por dentro, con piel crujiente, bien sazonados y llenos de sabor. El tipo de receta que se queda en la memoria (y en el recetario familiar).

Hoy te traigo mi forma de prepararlos, sin complicaciones, con ingredientes de casa, y con ese toque que los hace inolvidables. Una receta pensada para quedar bien sin complicarte, con opciones al horno, en sartén, o incluso al estilo andaluz. Vamos allá, que esto huele que alimenta.

Ingredientes para unos muslos de pollo de 10

Ingrediente	Cantidad
Muslos de pollo	4 unidades grandes
Ajo fresco	3 dientes
Limón	1 (zumo y ralladura)
Aceite de oliva virgen extra	3 cucharadas
Pimentón dulce (o picante, si te va)	1 cucharadita
Hierbas secas (tomillo, orégano)	1 cucharadita mezclada
Sal y pimienta	Al gusto
Patatas (opcional, para acompañar)	2-3, en rodajas finas

Paso a paso: Cómo hacer muslos de pollo crujientes y sabrosos

1. Marinar es clave

En un bol grande mezcla: ajo picado, ralladura y zumo de limón, aceite de oliva, pimentón, sal, pimienta y las hierbas. Remueve bien hasta tener una pasta aromática.

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Mete los muslos de pollo y masajea bien para que queden impregnados. Si puedes, deja reposar al menos 30 minutos (mejor si es 2 horas o incluso la noche anterior).

2. Precalienta el horno y prepara la fuente

Pon el horno a 200°C. En una bandeja, coloca los muslos con la piel hacia arriba. Si quieres, pon unas rodajas de patata debajo: se empapan con el jugo del pollo y quedan brutales.

3. Al horno y sin prisas

Hornea unos 40-45 minutos o hasta que la piel esté dorada y el pollo cocido. A mitad de tiempo, baña los muslos con su propio jugo para potenciar el sabor y jugosidad.

Tip: Si quieres más crujiente, pon 5 minutos de grill al final.

❤️ Variaciones de la receta (porque el pollo se reinventa)

Muslos de pollo a la andaluza

Rebózalos en huevo y pan rallado con ajo y perejil, fríe en aceite de oliva hasta que estén dorados. Una versión más contundente, perfecta con una ensalada.

Muslos de pollo con tomate frito casero

Dóralos primero en sartén, y luego cocina a fuego lento en salsa de tomate casera con cebolla, ajo y un toque de laurel. Ideal para mojar pan.

Muslos de pollo en freidora de aire

Para los que cuidan la línea pero no quieren renunciar al sabor. Quedan doraditos y jugosos en 25 minutos a 190°C.

Trucos para que queden perfectos

No quites la piel. Es lo que protege la carne para que quede jugosa, y se convierte en puro crujiente.
El marinado hace magia. Si tienes tiempo, deja reposar bien el pollo. El sabor penetra y se nota.
No sobrecargues la bandeja. Deja espacio entre los muslos para que se doren bien y no se cuezan.

❓ Preguntas frecuentes sobre muslos de pollo

¿Puedo usar contramuslos?
Sí, incluso quedan más jugosos. Solo vigila el tiempo de cocción, que puede variar un poco.

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¿Se puede congelar esta receta?
Claro. Deja enfriar, guarda en recipiente hermético y al congelador. Aguanta bien hasta 3 meses.

¿Puedo hacerlos sin horno?
Por supuesto. En sartén tapada, con fuego medio y dándoles la vuelta hasta que estén dorados y cocidos.

¿Con qué se acompañan?
Patatas, arroz blanco, ensaladas frescas o incluso puré de calabaza. Van con todo.

Reflexión final (y algo de hambre, seguro)

Esta receta de muslos de pollo al horno es el ejemplo perfecto de que no hace falta complicarse para comer bien. Solo buenos ingredientes, algo de amor y ganas de disfrutar.

Hazla tuya. Juega con las especias, acompáñalo como te apetezca, y sobre todo, cómetelo con ganas. Porque la cocina casera no es de modas: es de momentos que se quedan.

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