Corteza de chocolate en espiral: mi vicio dulce sin horno, sin estrés… ¡y con puro amor!
A veces solo necesito eso: algo dulce, fácil, que se vea bonito y que cuando lo muerdo me saque una sonrisa. Esta corteza de chocolate en espiral nació un día de antojo y creatividad desbordada. Fue puro impulso. Chocolate por aquí, color por allá… y de repente, tenía una obra de arte comestible. Y lo mejor: sin horno, sin complicaciones, sin medir con exactitud científica. Solo tú, el chocolate y tu instinto pastelero.
Si tú también eres de los que piensan que un snack debe ser rico y divertido, sigue leyendo, porque esta receta es una fiesta de texturas y colores que se rompe en trozos y se comparte con el corazón. ❤️
Ingredientes que siempre tengo en casa
Ingredientes que amo usar | Cantidad que me funciona |
---|---|
Chocolate negro o con leche (base) | 200 g (aunque siempre echo más) |
Chocolate blanco | 100 g |
Colorantes alimentarios (en gel) | tus colores fav, yo uso 2-3 |
Frutos secos (almendras, nueces…) | lo que tengas, bien picaditos |
Sprinkles, semillas, lo que te encante | al gusto |
Sal en escamas (¡confía!) | una pizquita, cambia todo |
Paso a paso casero, sin estrés
1. Funde tu chocolate como quieras
Yo uso microondas (intervalos cortos y removiendo), pero el baño maría también va bien. Importante: que no se queme. Si huele raro, empieza de nuevo. Confía en tu olfato.
2. Colorea el chocolate blanco y juega
Divide el chocolate blanco en 2-3 boles y añade colorante. Mezcla con cucharita y deja que los colores cobren vida. Aquí puedes volverte artista sin normas.
3. Prepara tu lienzo dulce
Papel vegetal en una bandeja. Extiende el chocolate base. Encima, suelta cucharadas del chocolate de colores. No te cortes, ponlas donde sientas que hacen falta.
4. ¡Hora del espiral!
Con un palillo, traza líneas, círculos, zigzags… ¡haz magia! Este paso es terapéutico. Sinceramente, me encanta hacerlo sin pensar. Sólo fluir.
5. Toppings y nevera
Antes de que se enfríe, añade tus toppings: frutos secos, semillas, sal en escamas (confía en mí), sprinkles… Dale tu toque. Mételo en la nevera unos 30 min.
6. ¡Rompe y reparte!
Sácalo, rómpelo con las manos y… ¡listo! Te prometo que el primer bocado va a ser inolvidable.
Trucos que me funcionan siempre
- Chocolate bueno = resultado top. No compres el más barato.
- Colorante en gel o polvo, nunca líquido. El agua y el chocolate no se llevan.
- Un poco de sal = mucho sabor. La escama le da un giro brutal.
- Hazlo con peques. Les flipa jugar con los colores.
Variantes que ya probé (y amé)
- Corteza navideña: rojo, blanco y verde con trozos de bastón de caramelo.
- Corteza tropical: coco rallado, mango seco y chocolate blanco.
- Corteza picante: chile en polvo o jengibre para valientes.
- Corteza de menta: chocolate negro y gotas de esencia de menta. Refrescante nivel dios.
❓ Preguntas que suelo recibir
¿Cuánto dura?
Hasta 2 semanas en un bote hermético. Aunque dudo que te dure tanto…
¿Congelar?
No lo recomiendo. Cambia la textura.
¿Versión sin azúcar?
Totalmente. Usa chocolate sin azúcar o sin leche y queda genial.
¿Queda muy dulce?
Tú controlas eso. Menos toppings dulces, más frutos secos o sal… ¡y listo!
❤️ Porque lo bonito también se come
Esta corteza de chocolate en espiral no es una receta más. Es una excusa para jugar, para regalar con amor o para darte un capricho que entra por los ojos y se queda en el alma. Cada trozo es diferente, imperfecto y perfecto a la vez. Como la vida, como tú, como yo.
Hazla, rómpela, compártela… y si puedes, guárdate un trozo escondido. Porque hay días que solo se arreglan con chocolate. 😉
Ver también:
Leave a Reply