¿Qué es exactamente la pizza de berenjena?
Es una alternativa saludable a la pizza tradicional, donde la base es una rodaja de berenjena asada. Se hornea con salsa de tomate, queso y los toppings que más te gusten.
El resultado: una mini pizza individual, con textura jugosa y ese contraste irresistible entre el vegetal asado y el queso fundido.
Ideal para quienes siguen una dieta low carb, keto, sin gluten, o simplemente quieren comer más verduras sin sacrificar el placer.
Ingredientes para preparar pizza de berenjena al horno (2 personas)
Esto es lo que vas a necesitar para unas 6-8 mini pizzas de berenjena:
Para la base:
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1 berenjena grande (o 2 pequeñas)
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Sal gruesa
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Aceite de oliva virgen extra
Para el topping:
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150 g de salsa de tomate casera (o de buena calidad)
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150 g de mozzarella rallada o en lonchas
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Orégano seco
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Albahaca fresca (opcional)
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6-8 rodajas de tomate cherry (opcional)
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Aceitunas negras, champiñones, jamón cocido, atún… lo que quieras
Consejo: Elige una berenjena firme, sin golpes ni manchas, y corta rodajas no muy finas para que aguanten bien el horneado.
Paso a paso para preparar pizza de berenjena crujiente
1. Cortar, salar y dejar reposar
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Lava y corta la berenjena en rodajas de 1 cm de grosor.
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Colócalas sobre papel de cocina y espolvorea sal gruesa por encima.
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Déjalas reposar 20-30 minutos para que suelten el amargor.
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Luego, sécalas con papel absorbente.
2. Asar las bases
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Precalienta el horno a 200 °C.
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Coloca las rodajas en una bandeja con papel vegetal.
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Rocía con un poco de aceite de oliva.
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Hornea durante 15 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción.
3. Añadir el topping y hornear otra vez
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Saca las berenjenas y pon una cucharada de salsa de tomate sobre cada rodaja.
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Añade la mozzarella, orégano y el topping que prefieras (tomates cherry, champiñones, jamón…).
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Vuelve a hornear unos 10 minutos, hasta que el queso esté derretido y ligeramente dorado.
4. Decorar y servir
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Decora con hojas frescas de albahaca y un chorrito de AOVE por encima.
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Sírvelo caliente, con una ensalada verde o simplemente solo.
¡Y listo! Tu pizza de berenjena saludable está servida.
¿Cómo sabe esta pizza?
A comida real. A horno. A queso fundido y tomate caliente.
La berenjena queda tierna pero firme, con bordes ligeramente crujientes. La salsa de tomate le da acidez y dulzor, y el queso… bueno, el queso lo une todo.
Es una receta simple, pero llena de sabor. Y lo mejor: te deja satisfecho/a sin esa sensación pesada de haber comido pizza clásica.
Ideas para personalizar tus mini pizzas de berenjena
Aquí viene la parte divertida: puedes hacerlas como te dé la gana. Algunas ideas:
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Keto style: con queso, pepperoni y aceitunas negras
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Veggie: con champiñones, espinacas y cebolla caramelizada
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Mediterránea: con queso feta, tomate seco y orégano
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Picantita: con jalapeños y un toque de sriracha
Cada pizza es un lienzo. Tú eliges con qué la pintas.
Tips reales que yo siempre aplico
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No te saltes el paso de salar la berenjena. Es clave para que quede sabrosa y no aguada.
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Usa queso que gratine bien. La mozzarella va genial, pero puedes mezclar con un poco de parmesano para extra sabor.
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No sobrecargues las rodajas. Así evitas que se deshagan o queden blandas.
¿Y si sobran?
Puedes guardarlas en un tupper cerrado en la nevera hasta 2 días. Para recalentarlas, lo mejor es el horno o air fryer para recuperar el crujiente.
¡Incluso frías están buenas!
¿Por qué me encanta esta receta?
Porque tiene TODO lo que me gusta:
✔️ Es fácil
✔️ Es sana
✔️ Es deliciosa
✔️ Y es adaptable
Además, es de esas recetas que te reconcilian con las verduras. No parece que estés comiendo vegetal, pero lo estás haciendo. ¡Y de qué forma!
La pizza de berenjena es una de esas ideas que se sienten como un mimo casero, como una caricia al cuerpo y al paladar. Te nutre, te llena, y no te hace sentir pesado.
Es cocina de verdad. De la que se hace en casa. De la que huele rico. De la que alimenta el alma.
¿Y con qué la acompaño?
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Con una ensalada caprese (tomate, mozzarella y albahaca)
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Con una crema fría de calabacín en verano
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Con un poco de arroz integral o quinoa para una comida completa
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¡O sola! Como cena ligera con una copita de vino
Conclusión: si amas la pizza y también cuidarte… esta receta es para ti
No hace falta renunciar al sabor para comer bien.
La pizza de berenjena es la prueba de que se puede disfrutar comiendo vegetal, sin harinas, sin fritos y sin culpa.
Hazla un día, sírvela caliente, disfruta el olor a horno y tomate, y verás cómo se convierte en una de tus recetas favoritas de siempre.
Porque cuando una receta es fácil, sabrosa y bonita… se queda en tu cocina para siempre.
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