Amigo cocinillas: esta receta del pollo con salsa de crema de tomates secos es de ese tipo que una vez pruebas, se queda grabada en tu corazón y en tu libro de recetas favoritas. Si te encanta mojar pan hasta el final, disfrutar una salsa cremosa con cuerpo y sabor concentrado, este plato es tu nuevo amor culinario.

Es una comida que no impresiona por difícil, sino por que sabe a casa: sencillo, elegante, y con ese gusto intenso que solo dan los tomates secos y la nata de verdad. Ideal para cenas especiales o para un buen domingo en familia sin complicarte.

Ingredientes principales

Para 4 personas con ganas de sabor:

Ingrediente	Cantidad
Pollo (pechuga o muslo, en trocitos)	600 g
Tomates secos (en aceite o remojados)	70–80 g
Crema de leche (nata para cocinar)	200–250 ml
Caldo de pollo	120–150 ml
Ajo picado	2–3 dientes
Cebolla o chalota	1 unidad mediana
Vino blanco (opcional)	50 ml
Queso parmesano rallado	30–50 g
Hierbas (albahaca o tomillo)	al gusto
Aceite de oliva virgen extra	1–2 cucharadas
Sal y pimienta	al gusto

Preparación paso a paso, al estilo hogareño

1. Sellar el pollo

Con aceite bien caliente, dora los trozos de pollo rápidamente (solo sellarlos, no cocinarlos por completo). Así se mantienen mega jugosos. Reserva.

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2. Sofrito básico

A fuego medio, con algo más de aceite si falta, sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes y fragantes.

3. El poder del tomate seco

Añade los tomates secos picados y, si te animas, el vino blanco. Saltea 2 minutos para que liberen su sabor y reduzcan un poco.

4. La salsa cremosa

Agrega caldo y nata, el parmesano y una pizca de hierbas. Lleva todo a ligero hervor y deja que espese 3–5 minutos.

5. El regreso del pollo

Incorpora el pollo a la salsa, tapa y cocina 15–20 minutos a fuego lento. Si ves que queda poco densa, destapa los últimos minutos para reducirla.

6. Toque final

Rectifica sal y pimienta. Al servir, espolvorea albahaca fresca y… ponte pan al lado: mojar es obligatorio.

Mis consejos de cocina real

Tomates secos de calidad marcan una gran diferencia: sabor concentrado sin empalagar.
Remójalos en caldo o aceite si están duros al tacto.
No cocines en exceso el pollo para que quede tierno.
La nata es clave: nada de sustituirla por leche aguada.
Aceite de oliva virgen extra genuino es un regalo para el paladar.
Pan cercano siempre — es parte del ritual.

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Sugerencias de acompañamientos

Este pollo va divinamente con cosas que absorban salsa:

arroz blanco o pilaf
puré de patata casero
pasta al dente como tagliatelle
Y siempre una ensaladita ligera o verduras al vapor para balancear.

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❓ FAQ – preguntas del corazón culinario

¿Puedo hacerlo sin nata?
No te lo recomiendo: la nata es lo que le da cuerpo y cremosidad real. Si reemplazas con leche, la textura cambia mucho.

¿Y si no tengo tomates en aceite?
Sécalos tú en horno o al sol y luego remójalos en caldo para suavizarlos. Con ese truco quedan suaves y llenos de sabor.

¿Puedo usar contramuslos?
¡Claro! Son más jugosos. Solo ajusta el tiempo de cocción ligeramente.

¿Versión vegana?
Sí: usa tofu firme o seitán, crema vegetal (de soja, avena o coco) y omite queso. No será idéntico… pero sabroso, seguro.

✨ Reflexión final con tu estilo único

Este pollo con salsa de crema de tomates secos es como una canción francesa: delicioso, sofisticado y con mucha alma. Cada bocado es un recordatorio de que los ingredientes simples, bien tratados, hacen magia.

No necesitas complicarte en grandes elaboraciones ni ingredientes imposibles. Solo cariño, un poco de tiempo y el gusto por saborear bien.

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