Pastel de queso crema y fresas sin horno: el postre perfecto y fácil para cualquier ocasión
Si hay un postre que nunca falla, es el pastel de queso crema y fresas sin horno. Es de esas recetas que parecen sacadas de una pastelería elegante, pero que en realidad puedes preparar en casa sin necesidad de horno, sin complicaciones y con ingredientes muy fáciles de conseguir.
Lo mejor de todo es que este tipo de tarta de queso fría con fresas no solo es deliciosa, sino también práctica: se prepara en pocos pasos, se deja reposar en la nevera y está lista para conquistar a todos con su textura cremosa y su sabor fresco.
Hoy quiero compartir contigo mi versión favorita, la que preparo siempre que quiero sorprender sin pasar horas en la cocina. Te prometo que, una vez que pruebes este pastel, se convertirá en tu receta estrella.

Ingredientes para el pastel de queso crema y fresas sin horno
Ingrediente | Cantidad |
---|---|
Galletas tipo digestive o María | 200 g |
Mantequilla derretida | 80 g |
Queso crema (tipo Philadelphia) | 500 g |
Nata para montar (mínimo 35% MG) | 250 ml |
Azúcar glas | 120 g |
Gelatina neutra (en polvo o láminas) | 10 g |
Fresas frescas | 300 g |
Mermelada de fresa | 150 g |
Zumo de limón | 2 cucharadas |
Agua caliente | 4 cucharadas |
(Opcional: unas hojas de menta fresca para decorar).

Paso a paso: cómo hacer pastel de queso crema y fresas sin horno
1. La base crujiente
- Tritura las galletas hasta que queden como arena fina.
- Mézclalas con la mantequilla derretida hasta obtener una pasta húmeda.
- Extiende esta mezcla en la base de un molde desmontable, presionando bien para que quede compacta.
- Mete al frigorífico durante al menos 20 minutos para que se endurezca.
2. La crema de queso suave y ligera
- Hidrata la gelatina siguiendo las instrucciones del envase.
- En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar glas hasta que quede cremoso y sin grumos.
- Monta la nata en otro recipiente y añádela suavemente a la mezcla de queso.
- Disuelve la gelatina en un poco de agua caliente con zumo de limón y agrégala poco a poco a la crema.
- Vierte esta mezcla sobre la base de galletas y alisa la superficie.
- Guarda en la nevera mínimo 4 horas (mejor de un día para otro).
3. La cobertura de fresas irresistibles
- Lava y corta las fresas en láminas o mitades.
- Colócalas de forma ordenada sobre la crema de queso ya cuajada.
- Calienta ligeramente la mermelada de fresa para que esté más líquida y pincela las fresas con ella. Esto no solo da brillo, también ayuda a conservarlas frescas.
4. El toque final
- Decora con unas hojas de menta fresca para darle un aire más fresco y vistoso.
- Desmolda con cuidado y sirve bien frío.

Consejos y trucos para un pastel de queso crema y fresas sin horno perfecto
- El queso crema importa: usa uno de buena calidad, cremoso y sin exceso de agua.
- Nata bien fría: si la nata está fría, monta mejor y aporta más firmeza.
- Gelatina en su punto: no pongas demasiada, porque puede dejar textura gomosa; la justa asegura que cuaje sin perder cremosidad.
- Fresas frescas: cuanto más maduras y dulces, mejor será el resultado final.
- Variante sin azúcar: puedes usar edulcorante en lugar de azúcar glas y mermelada sin azúcar añadido.
- Base diferente: prueba con galletas de chocolate o incluso con bizcocho troceado.
Preguntas frecuentes sobre el pastel de queso crema y fresas sin horno
¿Puedo hacerlo sin gelatina?
Sí, pero necesitarás más tiempo de reposo y añadir un poco de cuajada o fécula de maíz.
¿Cuánto tiempo aguanta en la nevera?
Aguanta perfecto unos 3 días, siempre bien tapado para que no absorba olores.
¿Se puede congelar?
Sí, pero lo ideal es congelarlo sin la cobertura de fresas. Añádela justo antes de servir.
¿Con qué otras frutas puedo hacerlo?
Con arándanos, mango, melocotón… cualquier fruta fresca combina de maravilla.
Por qué me encanta este pastel
El pastel de queso crema y fresas sin horno es ese tipo de postre que nunca decepciona: es fresco, ligero pero indulgente, y con una presentación que siempre roba miradas. Además, lo puedes personalizar fácilmente, jugar con las frutas o variar la base de galletas según lo que tengas en casa.
Es perfecto para reuniones familiares, comidas con amigos o simplemente para darte un capricho dulce entre semana. Y lo mejor: no tienes que encender el horno ni complicarte la vida.
Así que la próxima vez que quieras preparar un postre casero que conquiste a todos, no lo dudes: este pastel es tu mejor aliado.
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